martes, 7 de octubre de 2014

Lo prometido que no sea cumplido


Unas de las tareas pendientes que aún quedan por resorber, sin duda alguna, es  la de vivienda, a pesar de que el estado autorizó, desde principios de 2012, a cubanos que residen en el país, a vender, comprar o permutar sus viviendas, salida encontrada  por  la dirección de la isla, ante la creciente falta habitacional.

Resulta contradictorio entonces aceptar, debido a información entregada por el gobierno de Cuba, al Organismo de Naciones Unidas en el 2009, quien otorgara a Isla el puesto 51 a nivel mundial, y el cuarto en Latinoamérica, nada más y nada menos, que, en el Índice de Desarrollo Humano, el cual mide entre otros tres parámetros fundamentales, vida larga y saludable, educación y nivel de vida digno.

Lo que plantea el (IDH), en uno de sus parámetros, -el nivel de vida digno,- se puede asegurar su existencia, cuando se posé un hogar algo confortable, donde la familia pueda descansar de forma placentera, sin la preocupación de despertar un día, y verse, si pueden, bajo escombros, debido al desplome de su vivienda o de otra.

Contaron vecinos; de la calle Campanario # 453 entre Neptuno y Concordia, Municipio Centro Habana, La Habana, -donde se encuentra una casa antigua de dos plantas,- que alrededor de las 20:00pm, del 8 de enero de 2014; sintieron un gran estruendo en el segundo piso, y al asomarse, muchos escombros dispersos acompañados de una nube de polvo.

Lo ocurrido fue, el derrumbe de gran parte del cuarto ubicado en la azotea, lo que provocó el desplome, de techos y paredes de dos cuartos, y parte del pasillo en el segundo piso, además de afectaciones en los techos, de la sala en la vivienda de abajo, lo sorprendente,-todos los inquilinos quedaron ilesos,- por obra y gracias de no se sabe quien, pero, no se puede dejar todo a la suerte, pues ella no siempre estará presente.

Según los moradores del inmueble, los que prefieren mantener el anonimato, ya que temen ser víctimas de represarías, las pérdidas materiales allí ocurrida son pocas, pues las personas pobres, son las que conviven en esos solares, (casa muy antigua dividida en cuartos), (apartamento de 5 metros  cuadrados, por 5 de alto, con baño, cocina, división de madera a 2 metros de altura, donde se ubica el dormitorio, con poca ventilación).

En dicho solar convivían 40 personas, en 8 cuartos en el primer piso, 8 en el segundo y uno en la azotea,  en su mayoría mestizos y de la raza negra, es por cuanto tienen que dividir y dividir los espacios, construir en las azoteas con lo que sea, sin ayuda ni asesoría técnica del gobierno, ya que están albergados o de transito, algunos por más de treinta y hasta cuarenta años, y las familias crecen, se multiplican y las viviendas prometidas aun no llegan.

 Ni jamás llegó una pequeña reparación, en 50 años a una edificación, que data de principios del siglo veinte, estas fueron entre otras las causales, de un derrumbe que pudo evitarse; si  funcionarios, y dirigentes del gobierno, hubieran dedicado algún tiempo y recursos, en dicho inmueble, pero al parecer tales sucesos, aún no llegan a tocar la sensibilidad de aquellos, que un día juraron salvaguardar, las conquistas de la revolución.

Pero estos guardines de conquistas, como fueron: El Delegado del Poder Popular de la Zona, La Vicepresidente del Consejo Municipal, representantes de La Oficina Municipal de Vivienda, los que atienden a albergados en el municipio, se personaron una vez más después de 5 meses, a pedirle a los vecinos paciencia; relataron vecinos.

 Todos esos funcionarios le han planteado a los damnificados, a una sola voz, que no hay viviendas y deben de esperar, hasta que se les ubique en otro albergue, o en un local (almacén, bodega o tienda antigua, en cualquiera de los casos cerrados por su deterioro), eso para que las personas lo arreglen y construyan donde vivir.

 Hasta la fecha los casos más críticos, son las familias del segundo piso y la azotea, quienes fueron ubicados en una escuela, cercana, pero todos siguen allí, a pesar de haber transcurrido 9 meses, cuidando sus pertenencias, unos con más riesgos y otros con menos, debido a las condiciones que persisten en el lugar, apoyados de familiares y amigos.

  Ya han pasado 55 años que Fidel Castro, prometiera al pueblo de Cuba, que terminaría con los solares y las ciudadelas en todo el país, para darles viviendas decorosas a cada familia, y como para llamar a engaño, el 8 de enero hizo más de medio siglo, de la entrada de Castro en La Habana, y por casualidad o para recordarle a alguien, de  una tarea pendiente, en Campanario# 453, ocurrió un derrumbe. Hoy la situación es muy crítica, en lo que a casa se refiere, en toda la isla, pero peor en la Capital, donde hay más densidad poblacional.
  Pero a pesar de la crisis habitacional, en la urbe, la estrategia política de Castro de llevar a la ciudad; dirigentes; policías; maestros; constructores… del interior del país hacia la capital con el propósito de conseguir adeptos, a su política siempre fracasada, los que sin pensarlo dos veces en cuanto encuentra un hueco montan un llega y pon, (casucha hecha de madera, cartón, zines y el diablo encendido).

Estas construcciones realizadas sin previo estudio, ni supervisión, deterioran y aceleran la destrucción de las edificaciones, que en muchos casos cuentan con tres cuarto de siglo de construidas. Tal déficit de vivienda se agudiza aun más, cuando el gobierno no quiere mirar hacia dentro, y cuando lo hace, no ve lo suficiente.

Ese mirar y no ver; se pone de manifiesto, al recorrer la ciudad y ver, la cantidad de edificios y construcciones diseñadas para viviendas, puestas al servicio de firmas cubanas y extranjeras, empresas, ministerios y oficinas, además de las casas que se encuentran selladas por más de dos décadas, esta situación no es visible, para el gobierno.

Dicho gobierno y estado, administrado y dirigido por los Castro, utiliza edificios de viviendas para oficinas, como el emblemático edificio FOCSA con 375 apartamentos, un tercio ocupado por residentes, 70 apartamentos son oficinas de (ETECSA, COPEXTEL y MININT), y un aproximado de 200 apartamentos, están desocupados hace más de 20 años, otro caso es el edificio de 19 y o, también lleno de oficinas del MININT, ambos en el Vedado La Habana.

Los guardianes de las conguitas revolucionarias, tienen compromiso de colaboración, en el sector de la construcción, desde tiempos remotos, con países como Haití, Jamaica, Bolivia, Perú, Angola, y en cuanto país suceda un desastre natural, o surja un amor interesado, por parte del Gobierno cubano. ¡Pero se informa al pueblo del plan de construcción de vivienda anual!, ¡en qué medida se cumple o no!

La preocupación, por la escases de vivienda que existe en el país, debe ser la primera prioridad, para un gobierno que dice estar bloqueado, por más de medio siglo y dejar de despojar al pueblo de sus recursos y bienes, para cumplir compromisos que contrajo y contrae, para un poco inmiscuirse en los asuntos internos de esos países, y a la vez, conseguir seguidores de un sistema fracasado, -que trata de mantener una posición alegórica en la Política  Internacional, -tal obsesión ciega a los Castro.

Estos han olvidado, lo subdesarrollado y pobre que es el país administrado por ellos, es irónico,  sentirse internacionalista cuando se dispone de bienes, que no son propios; pues da lo que es del pueblo. Respetar y no despilfarrar los bienes del pueblo, es una tarea pendiente a realizar, ya que  grita a todo pecho, que en Cuba no hay dueños, pues el único dueño es el pueblo.

Cuba es un país del tercer mundo, y sin dejar de ser solidaria,  debe mirar primero hacia dentro, y después mirar a fuera, Castro  brinda, sin importar cuánto, tenga que sacrificar al pueblo, que ha soportado por más de 55 años,  abusos, mal tratos, hambre y sin levantarse a protestar, alega otro damnificado, de Campanario # 453.

Ellos están acostumbrados, o sean acomodado, a no ver que todo tiene un límite, y ese límite, está al agotarse, porque, lo prometido que está por cumplirse, no debe ser, -perecer bajo escombros.

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