martes, 7 de octubre de 2014

Odio mal fundado


    
Hace más de 5 décadas que el Gobierno de los Castro, desató una batalla campal contra todo aquel que decidiera emigrar hacia los Estados Unidos de América, o tuviera  relaciones de cualquier índole con personas en dicho país.

 Una mezcla de odio y miedo, motivaron a este, a que adoptara tal conducta, la cual tenía su arraigo en el progenitor de sus días, pues este, militar del ejército Español, se molesto con la intervención de Estados Unidos, en la Guerra entre españoles y cubanos, que los foráneos aseguraban haber ganado, y  por tal razón, Fidel Alejandro desde pequeño, que escuchaba del desprecio hacia los vecinos del Norte, no tuvo que esforzarse  mucho, para  aprender a odiar a los norteamericanos.

Para muchos esto parecerá incierto, comenzaron a crearse consignas como, abajo los Yanquis, Cuba si Yanquis no. El propósito era y es, enseñar al cubano a despreciar, todo lo relacionado con los vecinos del norte; lo que incluyó; la música; el cine; el idioma; las modas… esta estrategia empleada por Castro, no fue solo para crearse un enemigo a sí mismo, sino también, al pueblo cubano.

 Esto le ha permitido al coma-andante, no estar solo en una guerra de intrigas y repulsa desatada hacia los EEUU, desde los inicios de 1959 hasta la fecha, dando lugar a sucesos como la Operación Peter Pan, la que tuvo su origen el 26 de diciembre de 1960 y terminó el 23 octubre de 1962. Dicha operación  consistía, en llevar niños con el consentimiento de sus padres, para los EEUU, donde estudiarían sin ser adoctrinados con ideas comunistas.
Esos niños, que llegaron a ser más de catorce mil, fueron trasladándose con familiares y amigos hacia los Estados Unidos, con el apoyo de la iglesia Católica hasta reencontrarse con sus padres, los que huían de la doctrina comunista, en ese tiempo, enraizada ya en toda la isla, pues fue la que le acomodo siempre a Fidel, para sembrarse en el poder y según el "salvar  a Cuba del Imperio del Norte". Pero muchos supieron ver, como el comunismo se apoderaba de la isla, lo que siempre negó el gobernante.

Otro suceso fue el de  la embajada del Perú el 5 de abril de 1980, cuando más de diez mil  personas, penetraron en la sede en busca de asilo Político. Esto motivo al gobierno a crear una confrontación social, y como siempre, los responsables de dicho conflicto fueron los EEUU; movilizó a militantes del Partido Comunista de Cuba, a la Unión de Jóvenes Comunista, Central de Trabajadores de Cuba, Comité de Defensa de la Revolución y todas las organizaciones habidas y por haber, y formó con estos;  Brigadas de Respuesta Rápida.
Dichas  Brigadas de Respuesta Rápida, las que, apoyadas por la Policía Política; contaban con total impunidad para tirar  huevos y golpear con lo que fuera, a los que autorizaban a salir de la sede y a aquellos que querían penetrar en la misma. La represión desatada; los insultos como: traidores, escorias y el mal trato, no frenaron el flujo de más de 125 mil emigrantes, en el periodo comprendido desde el 15 de abril, hasta el 31 de octubre, las ansias de libertad fueron las causales, que alimentaron el fuego de la emigración masiva, desatado por el puerto del Mariel con embarcaciones que salían de los EEUU, para recoger familiares en la isla.

Tales embarcaciones tenían que dejar abordar, personas que cumplían largas condenas de cárcel, por delitos como; asesinatos; drogas; estafa al estado; violaciones entre otros, pues el Gobierno de Castro les obligaba a abandonar el país, o no tendrían rebaja de sanción, esas naves con exceso de pasaje, eran abordadas por otras que zozobraban en el mar, donde imperó la ley del más fuerte en múltiples ocasiones, ya que salían de Cuba desprovistas de protección.

Otras personas que resultaron agredidas, fueron personas que habían presentado salida del país, otras que estaban al salir, y aquellos registrados en listas desplegadas por la macabra Policía Política, en todo los Comité es de Defensa de la Revolución, a lo largo y ancho de toda la nación, no dejaron de cobrar la cuota de represión y tortura, que le asignaba  el Gobierno Revolucionario.

El que amparaba, dirigía y monitoreaba a la policía antes mencionada, la cual mantenía un férreo control sobre las familias que fueran a emigrar, -recordándole que no podían regalar ni vender nada - ni a familiares cercanos, nada que fuese de su propiedad y si debía algo al estado tenían que pagarlo, si querían salir del país, todo se le expropiaba a personas que salían para los EEUU.

Como para hacer ver el lado bondadoso y  justo, del régimen castrense, al estilo de los piratas, tomaba lo ajeno y no indemnizaba, porque creía ser el dueño de todo, y pensó siempre que de esta forma sembraría, en cada cubano el desprecio sin límite hacia los norteamericanos, cuando las circunstancias se lo permitieran. Ah dichos emigrantes, no le permitió entrar nuevamente en el país, hasta pasada una década.

Pero todo ese esfuerzo realizado, para obligar a los cubanos a despreciar al pueblo estadounidense, fue y es en vano, los cubanos de allá y los de acá, han sabido sortear obstáculos para mantenerse unidos, tanto familiares como amigos y esto ha dado como resultado otra Cuba, en los mismo EEUU en la Florida, la cual se empina cada vez más prospera, como de príncipe para ayudar a su hermano mendigo, y es hoy la comunidad en el exilio para Cuba; unas de las mayores fuente de ingreso de divisa, de alimentos y de esperanzas para un mañana mejor.

El odio, no pudo fundarse en los cubanos, ese fue, otro fiasco Político de Castro, y el legado que pretendió dejar de enemistad, hacia los EEUU, -se convirtió en amor, solidaridad y amistad entre los cubanos y los norteamericanos.

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